GODDESSES OF NIBIRU
12 000 €
Autor Romulo Royo
- 616-P
- VENDIDO
PINTURA
Tinta, acrílico y óleo sobre papel.
Medida 150 x 120 cm.
Año de realización 2014.
Firmado en la parte inferior derecha de la pieza.
Pertenece a la serie Goddesses of Nibiru, refleja el juego del mito y lo real. La delicadeza y la fuerza representada por la figura femenina. Plasma unas facciones bellas, enigmáticas y en algunos casos veladas, como si de una ensoñación o ilusión se tratara.
Los tonos son limpios y contrastados, van de una piel y fondo claro a tonos casi negros produciendo un contraste lleno de equilibrio. Una realización expresiva en sus pinceladas sin que afecte a su tez perlada y una postura serena. Esa soltura con sus pinceladas recuerdan al abstracto en contraste con una pintura totalmente figurativa y delicada. Una vez más Romulo nos ofrece una pieza en la que se puede disfrutar de materia, velados y soltura gestual, al mismo tiempo que hay una definición y representación de la belleza. Nada fácil poder encontrar todos esos elementos juntos.
La pintura siempre ha parecido estar desgarrada entre una mirada interna y una externa: entre la visión y la percepción, entre nuestros sueños y las condiciones concretas y altamente politizadas que enmarcan nuestra comprensión del mundo y lo que podría llegar a ser. Hoy no es diferente. Después de un período en el que el medio ha estado dominado por la abstracción basada en procesos, la figura -y la representación con ella- vuelve a ascender. Pero, si las décadas de 1990 y 2000 vieron a artistas como John Currin distorsionando la forma clásica, mientras que otros, siguiendo a Gerhard Richter, imitaron la fotografía, la figuración actual muestra un carácter distintivamente diferente. Desaparecido, en su mayor parte, son los ecos de viejos maestros; también desaparecieron las manchas del fotorrealismo. Lo que ocupa su lugar, en cambio, es un enfoque altamente idiosincrásico filtrado a través de un efecto pronunciado, cómic y ciencia-estética, narraciones de ensueño y un afán de comprometerse con nuestro momento político sin renunciar a la sensualidad del medio.
David Geers (Sotheby's)